El email es el peor mecanismo de monitoreo y alerta, a excepción de todos los demás.
La ausencia de una señal, es una señal en sí mismo.
La severidad de un incidente se mide en función del número de reglas que hay que romper para resolverlo.
La única otra persona que sabe cómo funciona también está de vacaciones.
Si uno determina que la causa del problema fue un “error humano”, entonces el diagnóstico está equivocado.
El que sabe de redes tiene una manera de ingresar a la red que el que sabe de seguridad ignora.
Si lo rompés, es tuyo - temporariamente. Si lo arreglás, es tuyo - permanentemente.
Apagar y prender es, inexplicablemente, una manera bastante razonable de arreglar muchas cosas.
Es tentador lanzarse a implementar soluciones cuando lo correcto puede ser no hacer aquello que requiera esa solución en primer lugar. No siempre logramos abstenernos.
Lograr apagar algo permanentemente es soprendentemente difícil.
Algunos de los servicios críticos se mantienen en funcionamiento por personas cuyas descripcion de tareas no mencionan dichos servicios en absoluto.
Hay al menos un
xkcd para cada situación precisa en la que uno pueda encontrarse.
“Siempre lo hemos hecho de esta manera…” no es una buena razón en sí misma, aunque seguramente supo haber un porqué. Sin embargo esa razón puede ya no ser válida.
Alguna vez, en algún lugar, alguien se encontró en exactamente el mismo meollo, pero nunca se molestó en documentar cómo lo resolvió.
Disponemos de varias soluciones completamente automatizadas, que requieren de al menos 3 etapas manuales que no están documentadas.
La aplicación recursiva del Principio de Pareto es una forma sorprendentemente precisa de medir la efectividad de una solución, determinar los objetivos de alto impacto y estimar el esfuerzo requerido. Aunque, para ser sincero, solo funciona en el 80% de los casos.
Nadie sabe exactamente qué es lo que hacemos. A veces nosotros tampoco.
Schrödinger's Backup: la condición de cualquier backup es desconocida hasta el momento en que se intenta restaurarlo.